Nueve aeropuertos de gran importancia han recibido instrucciones de detener sus operaciones, incluyendo los aeropuertos de Atlanta, Charlotte, los tres aeropuertos principales de la ciudad de Washington, los tres aeropuertos principales de la ciudad de Nueva York y el Aeropuerto Internacional de Filadelfia.
Entre las aerolíneas estadounidenses, Delta Air Lines, con su sede en Atlanta, es la que ha experimentado la mayor cantidad de cancelaciones, según los registros de FlightAware. La compañía ha cancelado al menos 350 vuelos, representando el 10% de los vuelos programados, y ha enfrentado retrasos en más de 800 vuelos.
En total, se han cancelado más de 1.300 vuelos y al menos 5.900 vuelos han experimentado retrasos en todo Estados Unidos, de acuerdo con los datos proporcionados por Flight Aware.
El 20% de los vuelos programados para salir del Aeropuerto Nacional Reagan y el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore/Washington han sido cancelados.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) anunció su decisión de reducir la cantidad de vuelos con destino a los aeropuertos en la zona de Nueva York, Filadelfia y la ciudad de Washington debido a las tormentas eléctricas. Se advirtió sobre posibles impactos en la tarde del lunes en los vuelos desde el norte de Florida hacia Nueva York debido a las tormentas. Unas 120 millones de personas en la región este de Estados Unidos se encuentran bajo riesgo de enfrentar condiciones climáticas adversas en este día.
A pesar de que el mal tiempo es parcialmente responsable, estos retrasos y cancelaciones también se enmarcan en un proceso que se ha desarrollado durante varios meses. La escasez de personal que afecta a las aerolíneas y a los controladores de tráfico aéreo ha ocasionado interrupciones en los planes de viaje durante la temporada de verano. La FAA destacó su capacidad limitada para dirigir vuelos desde Nueva York hacia el norte a través del espacio aéreo canadiense debido a problemas de personal en Canadá.